
Su color más frecuente es el rojo, existen también granates que muestras matices verdes, pálidas a amarillas brillantes, anaranjadas ardientes y tono tierra, aunque es también es una piedra incolora.
Su dureza entra dentro de un rango de 7 a 7.5 en la escala de Mohs y su composición química la hace pertenecer dentro del rango de piedras semi preciosas. Respecto a corte se puede encontrar en diversidad de cortes la cual la convierte en una piedra flexible para montar ya sea en aretes, anillos y dijes.
Granates han sido conocidos ampliamente por miles de años. Incluso Noé, se dice, utilizó una lámpara de granate, con el fin de dirigir seguramente su arca en la oscuridad de la noche. Granates se encuentran en la joyería desde las eras antiguas, egipcia, Greca y Romana. Muchos descubridores y viajeros valientes usaban granates por protección, ya que fueron considerados talismanes populares y piedras protectoras, porque se creía en esos días que granates iluminaban la noche y evitaban a su portador de cualquier tipo de mal.
El granate debe de cuidarse como cualquier piedra preciosa, ésta no puede exponerse a temperaturas extremas, ya que daña la piedra.